El miércoles por la tarde, mientras yo estaba en Lima esperando que empiece el concierto de Iron Maiden (como lo describí en mi posteo anterior), mis padres hablaron con un electricista y le explicaron los problemas que habíamos tenido con algunos artefactos en el tercer piso, donde está ubicado el estudio. Una revisión del cableado determinó que si bien necesita ser cambiado lo más pronto posible (es decir, en cuanto haya dinero suficiente), por el momento era suficiente con poner una nueva caja de fusibles. La idea de cambiar los cables no es nueva, pues ha venido dando vueltas desde hace más de un año, pero el costo es lo que ha evitado que lo hagamos hasta ahora, y lo seguirá evitando aún por un tiempo más.
Alexiel sufrió un nuevo desmayo en la noche, y luego ya no quiso volver a funcionar por más de cinco minutos antes de volverse a desmayar. Lo bueno es que finalmente apareció un mensaje de error, lo cual es bueno porque al menos te da una idea de lo que pueda estar mal, y eso ya es la mitad de la solución. El mensaje decía que la memoria había disminuido, así que empecé a probar los módulos de memoria RAM, y finalmente logré aislar el problema: la tarjeta de video. La saqué y conecté el monitor en la tarjeta integrada y las cosas han estado funcionando bien desde entonces. Así que ahora todo ha vuelto a un cauce más o menos normal en el estudio, salvo por la ausencia de la tarjeta de video.
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