sábado, 31 de enero de 2009

#19

El mundo a mi alrededor se siente extraño hoy. No puedo definir exactamente qué es lo extraño, aunque algo resulta vagamente familiar dentro de la extrañeza. El aire se siente un poco pesado, pero eso es porque llovió hace un rato y parece que va seguir lloviendo en un rato más. El aire se siente húmedo ahora, con un par de gotas errantes traídas por la misma brisa que bate los árboles. Hay algo más en el aire. Se siente si fuera como una leve carga estática en la piel. Energía que viene con la lluvia, flotando a nuestro alrededor sin que nos demos cuenta. Será tal vez que no queremos darnos cuenta. Por un momento el viento fresco corta el aire pesado trayendo un olor lejano de césped fresco, corteza de árbol y hojas mojadas agitadas por la brisa y el aleteo de algún ave que busca refugio en el nido.Las nubes de lluvia se ven ligeramente azules. La luna creciente se deja adivinar detrás de las nubes, aunque no se dejará ver al menos en un par de horas, cuando haya pasado ya la lluvia y las estrellas se hayan dejado ver. El olor de la tierra mojada llega con recuerdos del jardín de la abuela, el rosal, las matas de hierba luisa y las hadas que con seguridad estaba ahí aunque nunca las pude ver, los gatos sentados bajo la banca abrigándose unos a otros y protegiéndose de la lluvia que se filtraba por la ramada de caña, Beatles resonando desde mi vieja habitación diez años atrás y desde lo altavoces en mi estudio ahora mismo. Ya sé lo que es. Después de mucho tiempo me siento en casa.

viernes, 30 de enero de 2009

#18

Dormir hasta el mediodía debería ser una exageración, algo que no debería suceder si uno se acuesta a una hora decente, y algo ante lo que los demás deben sacudir la cabeza al considerarlo inapropiado y señal de una vida desordenada. Bueno, en mi mundo eso sucede al menos una vez a la semana, porque algunas veces el tiempo simplemente se me va de las manos cuando empiezo con algún juego de video o algún libro particularmente interesante, o cuando veo películas malísimas con mis amigos. Mi vida es desordenada, claro que sí, pero creo que es un desorden más o menos sano. De todas formas los demás siguen sacudiendo la cabeza en desaprobación, pero en fin.

El culpable del desvelo de anoche fue Batman. Después de escribir en Into The Moshpit acerca del nuevo juego de Batman, decidí volver a leer Hush, simplemente porque me parece una de las mejores historias de Batman (después de Year One y The Dark Knight Returns), y cuando me di cuenta ya eran casi las cinco de la mañana. Pensé dormir hasta las diez y después llenarme de café, y lo siguiente que recuerdo es haber despertado con demasiado calor y la sensación de que ya era muy tarde y que el despertador había sonado hacía varias horas. Mis horarios han estado un poco descuadrados desde que me volví freelance, pero no me quejo, pues siento que ha regresado esa vieja sensación de estar en vacaciones permanentes, como cuando estaba en la universidad.

jueves, 29 de enero de 2009

#17

Son casi las tres de la mañana y realmente debería haber me ido a dormir hace un buen rato, pero se me ocurrió poner el Appetite For Destruction de Guns N' Roses, y la verdad es que no puedo irme sin terminar de escucharlo por completo. A diferencia de varios miembros de la banda, el ábum ha envejecido bien, y realmente me parece más interesante que muchos de los actos indie o metalcore que ahora aparecen a diario por toda la web.

El álbum es visceral, natural y crudo por momentos, con las acrobacias vocales de Axl en lo que al menos para mí fue su mejor momento. La batería de Steven mantiene una presencia que cumple sin lucirse, aunque tiene buenos momentos. Slash demuestra desde el arranque que es uno de los mejores guitarristas de su generación, y deja sentir su huella con una ligera sobrecarga que puede convertirse en un rugido al jugar con el pedal de volumen y el wah. La guitarra de Izzy complementa con prácticamente los mismos efectos, aunque un poco menos de volumen. El bajo de Duff deja sentir que no sólo está para marcar ritmos precisos sino que puede dar cara (Rocket Queen es una canción prácticamente bajo-céntrica) y en general le agrega peso a una mezcla que toma referencias del rock pesado, el rock sureño y el heavy metal de la invasión británica. Appetite for Destruction es un álbum fuerte y directo que es definitivamente distinto a todo lo que estaba en circulación en ese momento y que hoy, al menos para mí, suena incluso mejor que cuando lo escuché por primera vez hace diecisiete años.

miércoles, 28 de enero de 2009

#16

Finalmente estoy posteando algo no mucho después del mediodía, aunque no antes del mediodía, y sólo hizo falta que mi hermana me llame por teléfono poco después de las 8 de la mañana. Claro que si no hubiera sido día de limpieza (o si tuviese una laptop o una netbook o si hubiéramos instalado a Bethany en el segundo piso) habría podido escribir antes, pero esos son detalles que tendré que afinar con el tiempo.

El banco sigue enviando publicidad, tratando de convencerme de usar mi tarjeta de crédito para comprar cualquier cosa que se cruce en mi camino. Es tentador, pero si quiero sobrevivir con relativa facilidad cuando el resto del mundo esté agobiado por la crisis, debo evitar acumular más deudas. Claro que cuando fui a comprar el disco duro nuevo me fascinó una laptop, y cuando compré la montura externa para el disco duro había una tarjeta de sonido que hubiera quedado espectacular en Alexiel, y aún sigo pensando reemplazar este teclado y el mouse, pero en realidad no necesito ninguna de esas cosas. Y si no las necesito, no hay por qué darle curso a mi estratégicamente pequeña línea de crédito. De primera mano es tentador que el banco te diga "gasta veinte y te damos cinco mil", pero cuando lees la letra pequeña y ves que son sólo veinte premios de cinco mil, te pones a considerar que el banco tiene más de veinte mil clientes, lo cual reduce tus posibilidades a uno en veinte mil, y eso sin considerar a los clientes con más de una tarjeta. Y esto es si esos clientes sólo gastan una vez durante la promoción. Interesante.

martes, 27 de enero de 2009

#15

Dos semanas después de haber empezado con este proyecto, veo con emoción que ha disminuido el tiempo que me tarda escribir las doscientas cincuenta palabras. Claro que todavía no puedo postear antes del mediodía, eso requiere un poco más de esfuerzo y un cambio en mis hábitos nocturnos… lo cual posiblemente sería bueno, así que trataré pues de irme a dormir más temprano para poder empezar el día antes a una hora decente y postear algo antes del mediodía. De haber progresos los hay, pero podría haber más.

Una amiga vino a visitarme en la tarde, y entre otras cosas me dijo que cuando venía la daba la impresión de estar entrando en una biblioteca. Eso es realmente genial, porque es justamente lo que pretendía cuando puse los estantes de libros justo detrás del sofá. Siempre me han gustado las bibliotecas, aunque la del colegio no era gran cosa, la municipal no tenía ningún libro que me resultase interesante (posiblemente siga igual de descuidada y desabastecida como hace diez años, no podría asegurarlo), y las de la universidad no encajaban con mi idea de una biblioteca. Por eso empecé a ordenar y cuidar mejor los libros en la casa, y cuando finalmente nos mudamos aquí, decidí que los estantes debían estar en la sala, justo detrás del sofá para que uno pudiera verlos al pasar. Claro que si mi sala tiene un aire a biblioteca, mi habitación es más bien un almacén de libros, pero esa es una historia que contaré otro día.

lunes, 26 de enero de 2009

#14

Llevo media hora escuchando a un predicador callejero que insiste en decir que los que no son parte de su iglesia se van a ir al infierno. Teniendo en cuenta que está predicando (es decir, tratando de convertir a la gente a su sistema de creencia), le acaba de decir a todos potenciales convertidos que se van a ir al infierno. Mal marketing, señor predicador. Gracias por decirme lo mismo que dicen todos los demás predicadores, ya sé que me voy a ir al infierno, ahora por favor déjame escuchar los diálogos de la película.

La noche es fresca, casi tres grados menos que ayer, y el cielo está bastante despejado, salvo por un par de enormes nubes de lluvia a la distancia. Me pregunto si las demás personas se fijarán en esta clase cosas, es decir, si las demás personas también se detendrán al menos un par de minutos a contemplar el cielo y las estrellas, si se preguntarán qué tan lejos están esas nubes, si pensarán que la noche de hoy es más fresca que la de ayer. Son cosas que pueden pasar desapercibidas en la rutina, pero pueden resultar interesantes si uno les presta atención. Son cosas de las que no me habría dado cuenta hace un par de meses. Posiblemente lo mejor que vino con el desempleo fue poder finalmente fijarme más en el mundo a mi alrededor. A veces me pregunto si podré volver a la rutina, y cuando me lo pregunto, los beneficios de ser freelance me traen una sensación bastante parecida a la felicidad, justo lo que necesito para disfrutar esta fresca noche de verano.

domingo, 25 de enero de 2009

#13

Me estoy acostumbrando a escribir tarde, y no estoy seguro de si deba considerarlo algo bueno o malo. Supongo que es bueno porque ya sea temprano o tarde, de todas formas estoy escribiendo y ese era el propósito principal de este proyecto. Claro que el propósito secundario de todos los pequeños proyectos que emprendí a la vez era tratar de organizar mis días un poco mejor, y eso no está pasando realmente, pues sigo dejando todo para el final del día. Tal vez si empezara a levantarme más temprano podría escribir algo o empezar un boceto antes del mediodía, y eso podría ayudarme a ordenar un poco todo esto. Claro que para eso debería irme a dormir más temprano, y eso ya implica un cambio sustancial en la forma en que paso los días ahora, sobre todo porque siempre he sido un poco más creativo en la noche, y esa ha sido la causa de muchas trasnochadas. Tendré que buscar una solución pronto, antes de que mis proyectos se conviertan en una carga y no en el estímulo que deben ser.

De todas formas estoy escribiendo diariamente y eso ya es algo, porque me está ayudando a superar el bloqueo que generalmente atenta contra mi proceso productivo. La situación no ha cambiado mucho en cuanto a los dibujos, aún debo enfrentarme al problema de la página en blanco cada vez que cojo el lápiz, aunque parece que la situación se está resolviendo cada vez más rápido. Veremos qué pasa en las próximas semanas.

sábado, 24 de enero de 2009

#12

No puedo creer que haya olvidado escribir más temprano. Tampoco puedo creer que haya olvidado cenar. Supongo que tiene algo que ver con el haber pasado buena parte del día sacando más cosas de las que me tengo que deshacer cuando saque la basura más tarde. No deja de sorprenderme la cantidad de cosas que había guardado a lo largo de estos años, y la cantidad de recuerdos que esas cosas me traen. Encontré incluso una nota que en algún momento significó mucho y que ahora es sólo un trozo de papel sucio y con una esquina doblada. Las cosas cambian con el tiempo, algunas veces radicalmente. Es parte del hecho de ser humanos supongo, nuestra naturaleza es cambiante, aunque creamos que siempre somos los mismos. Es parte de nuestra magia.

Hablando de magia, recuero que hace poco una amiga se asustó cuando le dije que me llamaban la atención la magia y el ocultismo y que había leído algunas cosas al respecto. Se asustó tanto que tuve que prometerle que nunca haría nada raro. No estoy acostumbrado a esa clase de reacciones, y supongo que se debe a que la mayoría de personas con las que ha surgido el tema también han estado interesadas en saber más al respecto, siempre con una mezcla de curiosidad y respeto por lo desconocido.

Acabo de pedir comida porque me da flojera preparar algo, y mientras espero sigo leyendo estas viejas notas en las orillas de los cuadernos y me pregunto qué tanto habrán cambiado los demás en los años que han pasado ya. ¿Habrán descubierto su propia magia?

viernes, 23 de enero de 2009

#11

Esta tarde desocupé una caja que ahora está sentada en el pasillo a la espera de ser echada a la calle junto con algunas otras cosas que ya no tienen nada que hacer aquí. Encontré fotocopias de la universidad, docenas de hojas sueltas con apuntes tomados a la mala en alguna clase a la que presté mayor atención, algunos bocetos viejos que posiblemente escanee en los próximos días (o quizá sirvan de inspiración a futuros dibujos), varios volantes de conciertos a los que nunca fui, exámenes varios. Perdidas entre ese mar de cosas ahora inútiles, había algunas hojas sueltas con anotaciones de ideas que luego se convirtieron en aventuras de Dungeons & Dragons para nuestras sesiones de juego en la universidad. Encontré un par de mapas y bocetos de personajes importantes, incluso una hoja con la estructura de una tribu de orcos que nunca llegué a utilizar. Los recuerdos llenaron mi mente.

Es algo difícil de explicar, porque la mayoría son recuerdos de cosas que no ocurrieron en el mundo real, sino dentro de las aventuras que tenían nuestros personajes. Una vez alguien me preguntó por qué hacía todo eso, y mi respuesta fue "porque es divertido". Me divierto dibujando mapas en papel cuadriculado, haciendo bocetos de personajes, garrapateando notas trozos de papel, revisando referencias en libros que parecen grimorios, tipeando las partes de una aventura que terminarán por narrar una historia desarrollada por el grupo de juego, simplemente creando. El objetivo del juego no es ganar, sino forjar la leyenda de tus personajes y darle forma a un mundo distinto.

jueves, 22 de enero de 2009

#10

Una vez más estoy en un bus rumbo a casa. Hace demasiado calor como para pensar en algo que no sea ese mismo calor, aunque una conversación ligera con mamá parece alejarlo por un momento, o al menos ayuda a pensar en otra cosa. El calor regresa y finalmente puedo pensar en otra cosa. Quiero una gaseosa. Eso tampoco ayuda, sobre todo porque estoy en la carretera, el bus posiblemente no se detenga hasta llegar a casa, y la idea de una gaseosa helada sólo hace que el calor sea aún más insoportable. Una mujer en el asiento del frente abre una caja de comida, el olor se esparce rápidamente. Ahora tengo calor, sed y hambre. Tal vez pueda dormir un poco para no pensar. Cierro los ojos y el ruido del motor no me deja dormir. Trato de ver la película. Sólo puedo adivinar los diálogos porque el sonido es tan malo que se pierde y se confunde con el ruido del motor. Pienso que en la casa tengo una cerveza en la refrigeradora, y que ha estado ahí desde hace como dos meses. Maldición, deja de pensar en cosas frías. Miro por la ventana. La carretera es oscura y no hay mucho que ver. Hablo con mamá de los gatos que tuvimos antes de mudarnos, cuando nuestro jardín era el dulce hogar de una extensa familia de gatos. Milagrosamente, la conversación de gatos ayuda a que el tiempo pase sin darnos cuenta. Al bajar del bus me recibe una fresca brisa. Noche de verano, al fin y al cabo. Tal vez me beba esa cerveza después de todo.

miércoles, 21 de enero de 2009

#09

No deja de asombrarme la forma en que el tiempo simplemente se desvanece de pronto. No estoy seguro de adónde se han ido las últimas dos horas, es decir, sé que envié un e-mail, revisé las noticias que llegan por RSS y acomodé las revistas que había sacado en la mañana, pero me rehúso a creer que haya pasado casi dos horas haciendo eso.

Ayer por la tarde me encontré con un amigo en el messenger, y en la conversación mencionamos un juego de rol que parece interesarnos a ambos. Volvieron a mi mente los recuerdos de nuestras largas partidas de Dungeons & Dragons. Ha pasado un tiempo bastante largo desde la última vez que jugué, y de pronto me di cuenta de que son ya siete años desde la primera vez que jugué D&D. En la universidad me reunía con algunos amigos y jugábamos en nuestras horas libres, y después seguí reuniéndome con un grupo para varias trasnochadas explorando cuevas y laberintos en mundos imaginarios. Era la mejor forma de sacarnos de encima el estrés de la universidad y la vida diaria. Y era algo que debíamos hacer en grupo, porque la mayor parte del juego depende de la imaginación de los jugadores, y no hay nada como explorar mundos imaginarios junto a tus amigos.

Estoy buscando en la red los libros que no pude conseguir acá, y espero volver pronto a las cuevas infestadas de monstruos y los templos ocultos de dioses olvidados. Si de todas formas el tiempo va a desaparecer, que al menos sea mientras imagino otros mundos junto a mis amigos.

martes, 20 de enero de 2009

#08

Durante los últimos días he tratado de poner algo de orden en el estudio, de contener un poco el caos que lo gobierna y lo convierte en territorio hostil para algunos. El sofá y la mesa de café siempre terminan llenos de cosas que dejo temporalmente y nunca terminan de ser reubicadas. La mesa de Alexiel siempre tiene papeles sueltos, ya sean pruebas de impresión, volantes o estados de cuenta. Tengo una caja con fotocopias de la universidad que he querido botar desde que me mudé, pero que siempre termina por quedarse un tiempo más. He llegado a la conclusión de que el caos es inherente a mi estudio, que es imposible llegar a ordenarlo por completo. Es posible limpiar la sala/estudio/taller y mantenerla ordenada por un tiempo, quizá unos días, pero el regreso del caos es inevitable. Es parte de la esencia del lugar. Yo diría que es parte de su encanto.

En términos generales, nunca he podido ser totalmente ordenado. Puedo poner orden en algunas cosas: mi presupuesto, mis cuentas, un cierto método para algunas cosas, los álbumes ordenados alfabéticamente, los libros ordenados por género y luego por autor, un cajón para los gamepads, otro para los juegos, otro para cables y partes de repuesto, una taza para lápices y otra para lapiceros, etc. Pero si damos un paso atrás, estos pequeños bloques de orden están desordenados en el gran cuadro.

Me pregunto si ordenar el estudio realmente hará una gran diferencia en mi vida. Creo que sólo lo sabré cuando termine.

lunes, 19 de enero de 2009

#07

El cielo está despejado hoy, con algunas nubes blancas barridas por el viento. Creo que es la primera vez en las últimas dos semanas en que el cielo ha estado despejado todo el día, sin amenazas de lluvia aunque con bastante humedad. Sobre mí el cielo se ve una suerte de celeste intenso que por un momento me hace dudar que sea el mismo cielo gris que nos cubre durante el resto del año. Me gusta el cielo gris porque es familiar, porque de alguna forma indica que todo sigue en su sitio, que el mundo sigue siendo mundo. Me gusta también el cielo celeste intenso porque es infrecuente, una señal de que hay otras cosas más allá del cielo gris. Cosas constantes y cosas eventuales. La constancia de lo eventual, que es preferible a la eventualidad de la constancia.

Un par de gorriones pasan volando frente a mí. Tal vez uno de ellos sea el gorrión que viene a sentarse en el cable del teléfono todas las tardes y que algunas veces trae a sus amigos. Es posible que esos dos gorriones siempre pasen volando frente a la ventana a la misma hora, pero no lo sé, y eso es justamente lo que lo hace interesante.

Sobre mí el cielo se torna púrpura, el sol convertido en un disco de ámbar que se sumerge en el horizonte, una bandada aleteando sobre los árboles de la plaza a poco más de una cuadra de distancia. Lo constante y lo eventual dependen del punto de vista.

domingo, 18 de enero de 2009

#06

Lo más complicado de restaurar a Alexiel a su estado antes del incidente del viernes es reconstruir mis marcadores en Firefox, sobre todo los que agregué desde mediados del año pasado, cuando la lista de webcomics que sigo prácticamente se duplicó. Afortunadamente, en noviembre publiqué un posteo en Into The Moshpit con una lista de los veintisiete webcomics que estaba siguiendo en ese momento, pero aún faltaban varios que empecé a leer después.

Hoy pasé alrededor de media hora tratando de dar con Pictures Of You, una novela gráfica que recién empecé a leer a principios de este año. Recordaba el nombre de la banda del protagonista (One Inch Punch), además de los nombres de algunos de los personajes, pero nada más fuera de eso, así que tuve que darme algunas vueltas por Google y cruzar docenas de foros y demás cosas que discuten una técnica de Bruce Lee, antes de finalmente dar con el bendito comic. Por cierto, nadie ha escrito aún una entrada en Wikipedia al respecto. Pictures Of You sigue la vida de Peter Morris, los amigos que encuentra y los que va perdiendo en el camino, con bastante rock n’ roll, drogas, sexo, y hasta algo de filosofía. Al principio la historia es medio emo, pues el protagonista se lamenta de sí mismo cada dos por cuatro, pero una vez asimilado eso (porque no termina de desprenderse de ese aire emo, es sólo que uno se acostumbra), el comic es bastante bueno, con personajes bien escritos que logran capturar la atención.

Ahora, sí tan sólo pudiese recordar en qué pagina me quedé…

sábado, 17 de enero de 2009

#05

Hoy estoy escribiendo más tarde que los días anteriores porque he estado restaurando el disco duro de Alexiel durante toda la tarde. Eso sin contar que recién me acosté a las cinco de la mañana y me levanté poco antes de la una de la tarde.

Mientras reviso montones de CDs y DVDs en busca de todos los archivos que pueda recuperar tras el formateo del disco duro y la instalación fresca de Windows XP, me sorprendo a mí mismo con la cantidad de música que tengo almacenada. Una cosa es ver los archivos en una ventana, todos ordenados en carpetas por artista y luego por album, y se nota que es un montón, pero me ha parecido mucho más cuando lo he visto repartido a lo largo de casi doscientos CDs y una docena de DVDs. Si tratase de quemarlos en discos, ponerlos en cajas y acomodarlos en la repisa necesitaría al menos un par de meses, sin mencionar que necesitaría una repisa más grande. Me gusta como se ven ahora mis discos, pero definitivamente tenerlos en mp3 en el disco duro es mucho más práctico, aunque aún le tengo cariño al viejo discman, lo sigo usando cuando viajo, y lo usaré hasta que deje de funcionar y no haya forma de repararlo, y recién entonces lo reemplazaré con un iPod.

Aunque he perdido muchos archivos, en su mayoría imágenes, con esta instalación, al menos me ha servido para pensar en algunas cosas, y para finalmente darme cuenta de la necesidad de comprar un disco duro inmenso que pueda usar para hacer backups cada semana.


viernes, 16 de enero de 2009

#04

Escribo esto mientras espero que se complete la instalación fresca de Windows XP en Alexiel, para distraerme un poco y no pensar en qué podría haber causado el problema.

Una de las primeras cosas que noto al escribir en el teclado Acer de Bethany es que las teclas ofrecen muy poca resistencia a pesar de que no he limpiado este teclado en más de seis meses (y esa fue una limpieza superficial), además el teclado tiene alrededor de nueve años ya, y la acción sigue siendo bastante suave. El teclado Microsoft de Alexiel, por otro lado, tiene apenas unos dos años, y la acción de las teclas es bastante dura, lo cual algunas veces hace difícil escribir en él, a pesar de que lo limpio una vez al mes. Cuando los he desarmado nunca me he fijado mucho, pero me pregunto si será alguna diferencia en el diseño interno de los teclados lo que causa esto.

La razón por la que decidí comprar el teclado Microsoft para Alexiel fue que necesitaba un teclado y mouse inalámbricos para reducir la cantidad de cables que estaban tugurizando el escritorio, y en ese momento eran los únicos que cabían en mi presupuesto. Ahora me arrepiento, no sólo por la acción de las teclas, sino porque el Mouse consume las baterías a razón de un par cada quince días (menos mal que uso baterías recargables). Debí haber esperado un poco y comprar un Logitech, que es justamente lo que voy a hacer la próxima semana si la limpieza profunda que le voy a dar al teclado no surte ningún efecto positivo.

jueves, 15 de enero de 2009

#03

Siempre he sentido curiosidad por los libros de Aleister Crowley, de la misma forma en que me gusta leer a Nietzche. Descubrir otras formas de pensar ayuda a establecer una visión propia del mundo, una identidad.

Una de las cosas que propone Crowley con su Magick (así, con k) es que uno puede intervenir en la forma en que suceden las cosas a su alrededor, que uno puede producir un cambio intencional. En este sentido amplio, los actos de magia pueden ser tan sencillos como afeitarse, cocinar o encender una lámpara. Claro que para Crowley esos son actos de magia sencillos que damos por sentados y a los que no les prestamos mayor atención, pero hay otras posibilidades mayores a las que se puede acceder mediante la disciplina del Magick. Luego elabora su teoría de la magia y los once mundos que uno debe dominar para poder usar esta magia. Yo me quedo con el concepto básico de que la magia es un acto que pretende producir un cambio intencional. ¿Qué acaso no es parte de la naturaleza humana? Estamos tan habituados a las cosas que suceden a nuestro alrededor que hemos dejado de verlas con fascinación, ya no nos damos cuenta de la magia inherente a nuestra escencia, y al no darnos cuenta, dejamos de creer en nuestra propia magia.

Me considero un mago bajo los conceptos más amplios de Crowley y el Dragon Rouge, pues realizo actos que producen cambios y constantemente trato de aprender a producir más cambios, empezando conmigo mismo. Soy un mago, y este es mi hechizo.

miércoles, 14 de enero de 2009

#02

El cielo ha estado nublado y con amenaza de lluvia la mayor parte del día, aunque el calor apenas ha cedido un par de grados desde el mediodía, y la tarde ha traído noticias desagradables.

Prefiero el invierno, aunque los dedos se me enfríen demasiado rápido aquí en el estudio, pero al menos eso se puede solucionar con un café bien caliente. Las ganas de tomar café no disminuyen en verano, pero el calor hace que tomar un café se convierta más bien en una suerte de proeza física (no de fuerza física sino de cencia) mientras uno trata de encontrar el punto perfecto para que el bendito café no esté tan caliente que nos ponga a sudar, ni tan frío que sea imposible tomarlo. Para mí la solución es poner el ventilador del estudio a máxima potencia y tomar un café medianamente caliente. Supongo que eso no es bueno para mí salud, pero al menos me sirve para poder tomar un café y enfriar un poco el aire del estudio.

Ahora que estoy tratando de hacer una ilustración al día, ya sea a lápiz o en Photoshop (retoque y edición de imágenes también cuenta, siempre y cuando sea algo sustantivo), me enfrento al problema de la página en blanco. Siempre he tenido dificultades para empezar una ilustración, y algunas veces para terminarla, aunque nunca en el intermedio. Mi forma de solucionarlo es rodearme de imágenes de toda clase, y esa es una de las razones principales por las que mis discos duros siempre terminan llenos de comics, escaneos y fotos. Seguramente encontraré algo en mi colección de Boris Vallejo para la ilustración de hoy.

martes, 13 de enero de 2009

#01

Pensando empezar el año de forma distinta, iba a pasar el año nuevo con una amiga, pero las cosas se cancelaron a último momento. Dispuesto a de todas formas empezar de una manera distinta a los años anteriores, pensé establecer una serie de propósitos para el nuevo año, así que rápidamente hice una lista: practicar más con la guitarra, dibujar más, escribir más, establecerme como traductor freelance, leer más.

Las primeras semanas del año han logrado retrasar el inicio de cualquiera de estos propósitos, pues Alexiel estuvo dando problemas y me he pasado estas semanas haciendo pruebas para poder determinar qué era lo que sucedía. La semana pasada escribí que al parecer era por el calor, pero el problema resultó ser la fuente de poder. Resulta que si bien la fuente de poder de Alexiel era de 550W, no generaba el amperaje necesario para que todo funcione de forma estable. Jamás se me ocurrió pensar en eso porque lo poco que sé de electricidad y electrónica lo aprendí en el camino, y nunca le presté atención a los amperios. Resulta que en una fuente de poder, los amperios son tan importantes como los watts. Así que tuve que comprar una nueva fuente, pero no pude hacerlo hasta ayer, de modo que los días anteriores tuve a Alexiel funcionando de modo restringido (pocas horas, no mucha carga, colapsa con la G-Pen). Ayer por la noche finalmente le instalé la nueva fuente de poder, que al parecer genera más amperios de los necesarios (excelente), un ventilador nuevo para enfriar la tarjeta de video, y un par de parlantes nuevos, y ahora está funcionando incluso mejor que antes. Y ya puedo darle tiempo a mis propósitos de año nuevo.