El cielo ha estado nublado y con amenaza de lluvia la mayor parte del día, aunque el calor apenas ha cedido un par de grados desde el mediodía, y la tarde ha traído noticias desagradables.
Prefiero el invierno, aunque los dedos se me enfríen demasiado rápido aquí en el estudio, pero al menos eso se puede solucionar con un café bien caliente. Las ganas de tomar café no disminuyen en verano, pero el calor hace que tomar un café se convierta más bien en una suerte de proeza física (no de fuerza física sino de cencia) mientras uno trata de encontrar el punto perfecto para que el bendito café no esté tan caliente que nos ponga a sudar, ni tan frío que sea imposible tomarlo. Para mí la solución es poner el ventilador del estudio a máxima potencia y tomar un café medianamente caliente. Supongo que eso no es bueno para mí salud, pero al menos me sirve para poder tomar un café y enfriar un poco el aire del estudio.
Ahora que estoy tratando de hacer una ilustración al día, ya sea a lápiz o en Photoshop (retoque y edición de imágenes también cuenta, siempre y cuando sea algo sustantivo), me enfrento al problema de la página en blanco. Siempre he tenido dificultades para empezar una ilustración, y algunas veces para terminarla, aunque nunca en el intermedio. Mi forma de solucionarlo es rodearme de imágenes de toda clase, y esa es una de las razones principales por las que mis discos duros siempre terminan llenos de comics, escaneos y fotos. Seguramente encontraré algo en mi colección de Boris Vallejo para la ilustración de hoy.
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