sábado, 28 de febrero de 2009

#44

Siempre supe que era una buena idea guardar pan para mayo, como dice mi vieja. Claro que por lo general eso significaba para mí "este mes no lo compro porque si espero hasta el próximo mes puedo comprar uno mejor", pero cuando tuve un trabajo que pagaba lo suficiente como para ahorrar para cosas mayores, entendí que podía hacer algo más. Abrí una segunda cuenta de ahorros lejos del banco en que recibía mi sueldo. Cuando me uní a lista de desempleados, me di cuenta de que sí había valido la pena guardar pan. He estado desempleado y feliz desde el primero de noviembre del año pasado, algo que al parecer es un concepto difícil de aceptar para muchas de las personas a las que se lo he dicho. Por supuesto que se puede ser feliz estando desempleado. He tenido tiempo para leer cosas que antes no podía, he puesto en orden muchas cosas que siempre se quedaban para después, y hasta he empezado con proyectos que de otra forma nunca habrían pasado de ideas garabateadas en una servilleta medio sucia. He pasado cuatro meses de feliz desempleo dedicados a mí mismo y a las personas que quiero, haciendo algunas traducciones que no se sienten como trabajo aunque lo sean, y lo he hecho sin preocuparme de que me va a faltar dinero para el siguiente mes. Y según los cálculos que hice hoy en la mañana (y que por lo general hago todos los lunes pero quise adelantarlos hoy), puedo seguir sin preocuparme por al menos tres meses más antes de tener que tocar la segunda cuenta de ahorros. Y cuando eso pase tendré que hacer algunos reajustes para poder sobrevivir varios meses más. Todo eso, claro, si es que el freelancing no me deja dinero suficiente en los próximos tres meses.

viernes, 27 de febrero de 2009

#43

Pasar todo un día completamente desconectado de la red parece ser bastante más entretenido de lo que pensé. Debo ser sincero y confesar que a veces me siento más cómodo cuando estoy delante del teclado (sobre todo cuando afuera hace un calor infernal y en el estudio tengo un ventilador), pero hay un cierto encanto en estar completamente desenchufado.

Mañana cierra Tabula Rasa, así que ahora que estoy nuevamente en línea voy a aprovechar para ver qué cosas nuevas han puesto los desarrolladores ahora que el final del juego está a menos de veinticuatro horas. El juego estaba lleno de buenas ideas mal ejecutadas, y eso es lo que alejó a muchos de los suscriptores y evitó que llegaran suscriptores nuevos hasta que decidieron que los últimos dos meses el juego iba a ser gratis, pero de todas formas tenía momentos en que resultaba una decepción. Digamos que un juego pierde todo su encanto cuando te pasas un par de horas completando media docena de misiones cortitas sólo para encontrarte conque la misión que cierra la serie no se puede completar porque hubo un error de programación y la puerta simplemente no se abre, o el enemigo no aparece desde hace dos semanas. Y peor si estás pagando una suscripción mensual a ese mismo juego. De todas formas Tabula ha dejado un serie de buenas ideas que podrían ser aprovechadas en otros juegos más adelante. Creo que voy a tomar algunos conceptos de las misiones y los voy a poner en mis aventuras de Dungeons & Dragons.

Tal vez mañana escriba un poco más acerca de Tabula Rasa en Into The Moshpit.

jueves, 26 de febrero de 2009

#42

Nota del 27 de febrero: Parece que Google y todos sus servicios están con hipo o algo, porque esta nota la puse ayer 26 y desapareció. El posteo de hoy lo pongo en la noche.

Últimamente he estado llenando varios tests enviados por algunos amigos. Es la clase de tests en los que preguntan si uno ha hecho tal o cual cosa, con preguntas que van desde "¿cuál fue tu primera mascota?" hasta "¿has matado a alguien?" Debo confesar que estos tests son una especie de placer culposo para mí, la clase de cosas que uno hace y luego siente algo de vergüenza al decir que las hizo, pero las volvería a hacer de todas formas. Como ver un concierto de Cher a algo así. Por cierto, eso es algo que jamás haré, no importa cuántas cirugías se haga o qué tan bueno pueda ser su espectáculo.

Como sea, resulta interesante leer las respuestas de otras personas a esos mismos tests, sobre todo las respuestas de los amigos, y descubrir cuántas coincidencias. Algunas veces te das cuenta de que tus amigos y tú tienen más cosas en común de las que pensabas, y otras veces te das cuenta de que son tan distintos que resulta fascinante. Supongo que se trata de eso ¿no? Ser amigo de alguien se trata no sólo de encontrar a alguien parecido a uno mismo, sino también de encontrar a alguien lo suficientemente distinto como para ser interesante, sin que esas diferencias signifiquen un alejamiento. ¿Por qué me pongo a pensar en estas cosas? Supongo que preparé el café muy cargado y ahora mi cerebro está en overdrive. Será motivo para tener una conversación larga y extraña con alguno de mis amigos.

miércoles, 25 de febrero de 2009

#41

Ayer no escribí nada porque me pasé el día entero comiendo, leyendo mails, recibiendo llamadas telefónicas y agradeciendo saludos de cumpleaños. Por cierto, aún me falta agradecer algunos saludos, pero estoy haciendo mi mejor esfuerzo. Supongo que podría decir que fue el mejor cumpleaños hasta ahora, y podría también hacer un recuento de las razones por las que fue tan bueno, pero eso es algo bastante personal que prefiero no divulgar por la web. Así que mientras tomo la tercera taza de café del día, buscaré alguna otra cosa sobre la cual escribir este posteo de quinientas palabras. Debe haber algo por ahí.

En realidad no tengo mucho de qué escribir, salvo el haber estado improvisando un poco con la guitarra anoche ante de irme a dormir. No fue nada espectacular porque sólo me salen bien los powerchords y cuatro acordes normales (sé alrededor de ocho acordes normales, pero sólo cuatro me salen bien), pero haber improvisado mis primeros riffs propios me hizo sentir bien. Sonó un poco punk al comienzo, luego aumenté el volumen y la distorsión y sonó un poco más pesado, y al final volvió a sonar un poco punk… supongo que podría catalogarlo como hardcore. Me tomé un momento para anotar los riffs en un cuaderno, y de pronto me sentí tentado a empezar a poner "músico" en mi lista de actividades, pero la verdad es que me falta mucho para eso, aunque mi amigo el Chino insista en que soy músico desde el momento en que empecé a tocar la guitarra. No me considero músico, siempre seré un simple aficionado. Por otro lado, creo que si aprendo un par de acordes más y empiezo a jugar con los efectos en la PC, podría autodenominarme "nerdcore ácido progresivo post-irónico" o alguna otra cosa similarmente tirada de los pelos, y en un par de semanas podría tener una canción que sería clasificada como indie. Prefiero seguir siendo un simple aficionado, conectando mis audífonos al amplificador para no molestar a nadie con el ruido, y pensando en cuándo podré finalmente comprarme los pedales que quiero.

Mientras tanto, mi producción literaria y de aventuras de Dungeons & Dragons está aumentando, no tanto como quisiera, pero al menos está aumentando. Los dibujos son otro asunto, porque aunque ahora puedo producir un boceto en unos diez minutos, me está costando mucho esfuerzo producir algo que pueda considerar una ilustracion terminada. Tal vez con el tiempo pueda producir más dibujos completos, pero de momento eso me está resultando un poco frustrante. Me pregunto si tendrá que ver una cosa con la otra, es decir, si el aumento en mi producción escrita tendrá algo que ver con el hecho de no poder terminar los dibujos. ¿Será que estoy canalizando toda la creatividad hacia una sola cosa? ¿O será simplemente que me gana la flojera? Creo que es más bien eso, que muchas veces me gana la flojera y dejo las cosas a medias. También puede tener algo que ver el que me levante tarde y empiece a producir cosas recién al mediodía. Eso puede ser.

lunes, 23 de febrero de 2009

#40

Acabo de comprar una docena de lápices porque me desespera tener que recorrer la casa entera en busca de un lápiz. Cuando estoy en el estudio no hay ningún problema, porque tengo una taza llena de lápices a menos de medio metro de distancia, pero si estoy en el cuarto tengo que ir al estudio a buscar uno, y si estoy en la sala tengo que subir sólo para buscar un lápiz. Así que hoy me harté y compré una docena para repartir entre la sala y mi cuarto.

Prefiero los lápices de madera para escribir y dibujar, aunque la mayor parte del tiempo llevo lápices mecánicos en la mochila por cuestiones prácticas, pero la sensación que produce un lápiz de madera en la mano es algo que siempre me ha gustado. Además son baratos y se pueden conseguir casi en cualquier lugar. Mientras buscaba una librería que tuviera a la venta algo más grande que una docena de lápices (para mi frustración aquí sólo se consiguen por unidad y por docena), me di cuenta de la forma en que la variedad de lápices de madera ha proliferado en los últimos años. Cuando pregunté por lápices de madera 2B, la chica del mostrador sacó casi una docena de lápices distintos, incluyendo un par de la misma marca pero con diferentes perfiles (uno circular, el otro triangular). Me sentí tentado de comprarlos todos para ver qué otras diferencias había en cuanto a las minas y la madera, pero eso habría sido excesivo. Finalmente volví al estudio con una docena de lápices amarillos que ayudarán a solucionar la escasez de lápices en la casa.

domingo, 22 de febrero de 2009

#39

Algunas veces se necesita más que el nombre para mantener funcionando un lugar. El bar al que mis amigos y yo fuimos ayer por la noche no es ni la sombra de lo que era antes de cambiar de dueño y de local. Comenzando con el hecho de que ahora no se puede conseguir una Guinness. ¿Cómo puede ser un bar irlandés si no tienen Guinness? ¿Ni siquiera una botella de Bushmills en la barra? Ahora que lo pienso, no he tomado una Guinness desde Lake Placid hace ya casi cinco años. La música está bastante lejos de la mezcla rock/pop/britpop de antes, y más cercana a alguna radio barata de la FM. En fin, quizás el próximo año podamos reunirnos en un bar que realmente sea irlandés.

Sea como sea, salvando todos esos pequeños contratiempos, fue divertido encontrarme nuevamente con mis amigos, aunque no fueron todos, pero de todas formas se sintió bastante bien. Es como si el tiempo no hubiera pasado, incluso sabiendo que sí ha pasado porque mi cabello está más largo, porque Alberto y Thais tienen tres gatos más, porque Marisabel ya tiene su consultorio, porque ninguno de nosotros está en el mismo trabajo en que nos conocimos, porque Ernesto está feliz con su enamorada, porque muchas cosas pueden haber cambiado pero las personas siguen siendo las mismas y eso es lo que importa. Incluso quedó abierta la posibilidad de finalmente jugar las aventuras de Dungeons & Dragons para que los dados dejen de protestar por la acumulación de polvo y falta de acción. Definitivamente una noche bastante productiva con los amigos de siempre.

sábado, 21 de febrero de 2009

#38

Realmente no tengo mucho de qué escribir hoy. Salvo el almuerzo con Fani y la familia, el día ha sido bastante aburrido, aunque eso va a cambiar dentro de un rato, cuando hable con papá para poner las cosas en orden. Es casi seguro que eso termine en una discusión, porque siempre es así cuando trato de hablar con él acerca de algo importante para mí. Espero que las cosas sean distintas esta vez, pero realmente no lo creo, y de alguna manera me da lo mismo porque ya estoy acostumbrado a discutir con él. Supongo que no sabe qué hacer conmigo porque soy distinto a mis hermanos. Como sea.

Me pasé la mañana revisando carpetas en busca de notas viejas que tuvieran algo que pudiera servir para completar la aventura de Dungeons & Dragons que estoy escribiendo (y que pensaba terminar el miércoles en la noche pero aún sigue inconclusa), y terminé encontrando material para escribir otras aventuras más adelante, pero nada que me sirviera para completar esta. Fue gracioso ver algunas de esas anotaciones después de tanto tiempo, pues inevitablemente traen recuerdos de la universidad, de faltar a clases, nuestras sesiones de juego en algún salón vacío y un par de sesiones al aire libre, con un puñado de personas paradas a nuestro alrededor haciendo preguntas. Buenos tiempos, ahora un poco lejanos, algunas veces realmente duros pero siempre llevaderos con buenos amigos alrededor. No puedo creer cómo ha pasado el tiempo. Definitivamente volvería a todo eso si hubiera alguna forma.

viernes, 20 de febrero de 2009

#37

Últimamente he estado pensando en una comprar una laptop. Siempre he preferido las PCs de escritorio por dos razones: son más poderosas y puedo agregarles lo que quiera. Si bien las laptops son cada vez más potentes y tienen más capacidad de configuración, siempre estarán en desventaja con una PC de escritorio a la que le puedo cambiar cualquier parte por otra mejor. La gran ventaja de las laptops es justamente que son portátiles, y eso es precisamente en lo que he estado pensando, porque algunas veces necesito una computadora cuando estoy lejos de casa. Si bien una netbook es más fácil de transportar y mucho más costeable que una laptop, mis necesidades personales requieren algo más potente que una netbook.

Mi presupuesto no me permite comprar una laptop en este momento, lo cual es bueno, porque no la necesito ahora mismo. Una laptop ahora sería un capricho, un accesorio caro que recibiría poco uso. Pero más adelante, si vuelvo a la rutina de viajar todos los días y pasar muchas horas fuera de casa, entonces se convertiría en una necesidad práctica. Claro que para entonces ya tendría los medios para costear una laptop que se ajuste a mis necesidades… es decir, que tenga una potencia intermedia entre Alexiel y Bethany, Windows XP pro (mejor aún si no trae sistema operativo preinstalado), más de dos gigas de RAM y un disco duro enorme. Mientras tanto seguiré usando las computadoras de mis amigos y cargando un USB con Open Office y algunos proyectos.

jueves, 19 de febrero de 2009

#36

Aunque sobreviví a la tarde en la playa con Fani, y realmente la pasé muy bien, no pude terminar de escribir la aventura que quería. No me sentía cansado, y pasamos un par de horas frente a la tele antes de despedirnos, pero al llegar a casa y darme un baño para terminar de sacarme media tonelada de arena, sentí que me embargaba el sueño. Debe ser que la brisa del mar me relajó, lo cual siempre se agradece, y fue suficiente como para quedarme dormido apenas un par de minutos después de haber puesto la cabeza en la almohada. Suficiente como para dormir casi nueve horas. No recuerdo cuándo fue la última vez que dormí tanto sin una borrachera de por medio.

Volví a la playa después de casi quince años. Cuando era niño iba con la familia, pero cuando la familia empezó a envejecer ya no tuve con quién ir. Por alguna razón nunca me interesó mucho ir a la playa con mis amigos. Ayer redescubrí la brisa marina, la sensación de la arena húmeda bajo los pies, el agua del mar entre los dedos. No es que ahora me haya convertido en un entusiasta de ir a la playa, después de todo sigo odiando el calor, me incomodan las multitudes y me desespera que la gente deje tanta basura, pero supongo que ir de vez en cuando a pasar una tarde frente al mar no me vendrá mal. Quizás la próxima vez hasta tome algunas fotos del evento.

miércoles, 18 de febrero de 2009

#35

Me pregunto qué habrá pasado con el contador de visitas en este blog. Ayer por la noche, después de postear, me di cuenta que en lugar del contador había un mensaje de error. Lo único que hice después de eso fue copiar el html del contador, eliminar el widget, poner uno nuevo y pegar el html anterior. Y la cosa volvió a funcionar como si nada hubiera pasado. En fin, es una de esas cosas raras que pasan de tiempo en tiempo. Y bueno, espero que no vuelva a suceder en mucho tiempo.

Como sea, hoy parece ser un buen día a pesar de los veintiocho grados centígrados y la humedad que no ayuda en absoluto. Al menos tengo al fiel ventilador tratando de refrescar el ambiente, y un par de cubetas de hielo en la refrigeradora… que lamentablamente no podrán acompañarme a la playa con Fani esta tarde. Mientras tanto he pasado la mañana leyendo una novela de Dragonlance y revisando los manuales de Dungeons & Dragons para agregar algunas cosas a un par de aventuras que había dejado a medio escribir hacía ya un buen tiempo, un par de juegos de calabozos a la antigua, llenos de monstruos, trampas y tesoros, como para jugarlas en una tarde de relax con los amigos. Creo que puedo añadir un par de niveles más en una de ellas y terminar de escribirla esta noche (si es que sobrevivo a una tarde en la playa), aunque no estoy seguro de cuándo pueda jugarla.

martes, 17 de febrero de 2009

#34

El día pasa lento cuando no hay nada que hacer en la casa, lo cual es raro a pesar de no lo parezca. Normalmente hay pequeñas cosas que hacer, como ordenar el escritorio, sacar la basura, terminar alguna cosa más o menos urgente que se quedó por mitad, devolver los libros a sus estantes o simplemente sacar la ropa sucia. Hoy no hubo nada de eso. Ha sido un día de revisar el correo, contestar el teléfono, leer comics y repetir un par de riffs en la guitarra una y otra vez.

Hablando de mi guitarra, finalmente me animé a ponerle un par de stickers… tal vez un día de estos suba un par de fotos al Facebook o a Into The Moshpit. Todavía no sé más que un puñado de riffs y media docena de acordes, pero al menos el hacha se ve bien. Antes de empezar a trabajar como freelance había pensado comprar un pedal de efectos Line 6 Floor Pod para la guitarra, porque me salía más barato que comprar los pedales uno por uno, pero la crisis me obligó a replantear mis gastos para poder sobrevivir un par de meses más. Y luego los problemas con la fuente de poder y la compra de un disco duro para backup me obligaron a replantear nuevamente el presupuesto y ajustar aún más los gastos, de modo que por ahora no hay planes de ampliar los accesorios de la guitarra cuando menos hasta mediados de año. Claro que si de pronto me gano la lotería podría aprovechar una parte para todas las cosas que han quedado pendientes.

lunes, 16 de febrero de 2009

#33

Hay neblina afuera. La ciudad tiene un aspecto distinto cuando está cubierta de neblina, un cierto aire místico recorriendo las calles en una noche de verano que se va tornando algo fría después de haber estado fresca. Diminutas gotas de lluvia bailan en el aire a mi alrededor, una suerte de ritual en un mundo arcano que no se deja ver de buenas a primeras. Incluso ahora no puedo verlo, aunque siento algo de su magia a mi alrededor, entre las oleadas de neblina, el viento fresco y el cielo sin estrellas. Las hadas deben estar ahí, bailando entre las plantas húmedas en los jardines, riendo traviesas mientras los humanos pasamos junto a ellas sin darnos cuenta de su presencia, ocupados con nuestro propio mundo de preocupaciones y carente de magia. Al menos esta noche puedo sentir esa magia una vez más.

La ciudad susurra mientras camino por las calles ligeramente humedecidas por la neblina. de esta noche arcana. La ciudad sabe que su existencia es una de las razones por las que las hadas ya no se dejan ver. También sabe que no es enteramente su culpa, sino de los humanos que prefieren ver cemento y césped donde las hadas ven llanuras y bosques. Observo en silencio la luz amarillenta de un poste, una polilla revoloteando alrededor de la lámpara se detiene de pronto y siento que alguien me sonríe desde alguna parte entre las macetas de un jardín oculto a la sombra de un muro alto. Las hadas me dan la bienvenida. Algún día me dejaran verlas.

domingo, 15 de febrero de 2009

#32

Y nuevamente un posteo de quinientas palabras porque ayer no puse nada. No es que olvidara escribir algo, es sólo que las cosas anduvieron un poco complicadas los últimos dos días y bueno, ayer en la mañana el cansancio me alcanzó y no pude producir nada que pudiera postear aquí. Y la tarde fue bastante distinta a lo que habían venido siendo los sábados por la tarde estos últimos años.

Una de las razones por las que prefiero pasar en casa los sábados por la tarde es la cantidad de gente que prefiere salir a la calle esos mismos sábados por la tarde. Decenas, cientos, miles de personas atiborran las calles, y llega un momento en que se vuelve casi insoportable pues el número de personas hace que incluso caminar de un lugar a otro sea una odisea, y eso sin contar la marea humana que llena las tiendas, los restaurantes y los parques, y los miles de autos que convierten todo en un desfile de caracoles. Hay quienes dicen que los domingos son peores, pero en realidad prefiero los domingos de verano para salir a la calle, pues la gran mayoría va a las playas, dejando calles y parques moderadamente libres. Por eso siempre he preferido quedarme en casa los sábados por la tarde y ver una película, escuchar música, leer, o jugar alguna cosa. Por cierto, tengo algunas películas que aún no he visto pues las estoy reservando para los próximos sábados por la tarde y trasnochadas de sábado para domingo. Los sábados son para salir en la mañana y quedarse en casa en la tarde, los domingos son para salir a la calle en cualquier momento del día. Pero ayer por la tarde me invitaron a salir, y acepté sin pensarlo mucho, antes de que el resto de mi mente se pusiera a analizar la situación. Una vez que colgué el teléfono, vinieron a mi mente el calor, la humedad, la cantidad de gente que estaría en el centro comercial aprovechando la festividad anunciada con bombos y platillos por los equipos de marketing y que haría casi imposible caminar con comodidad, y sobre todo el hecho de llevar a un bebé con nosotros. Me dije a mí mismo que sería divertido. Y lo fue. A diferencia de otras oportunidades, esta vez el mar de personas no me molestó demasiado (siempre me molestan un poco las multitudes, salvo en conciertos, festivales y espectáculos masivos), aunque el calor y la humedad siguieron siendo un problema incluso después de la puesta de sol. Todo lo demás fue genial, desde hacer cola en el supermercado hasta preparar un biberón mientras esperábamos el bus, pasando por maniobrar un cochecito en medio de la multitud (juro que algunos simuladores de autos son más fáciles), incluso tener que esperar casi media hora por una pizza que estuvo bien sin llegar a estar realmente buena. Posiblemente la mejor tarde de sábado que he tenido en muchos años, y definitivamente la mejor cena de sábado que he tenido hasta ahora.

viernes, 13 de febrero de 2009

#31

Las coincidencias del día me hacen pensar más bien en una carretera de sincronicidad que no llego a entender del todo y no puedo seguirla. Significados ocultos en las cosas de todos los días, mensajes dejados por una conciencia superior, quizás tratando de decirnos algo que muchas veces no llegamos a entender. El lugar preciso y el momento exacto.

Siempre he creído que las casualidades no existen, que nada ocurre sólo porque sí, que todas las cosas suceden por una razón. Las cosas suceden de una forma determinada porque los eventos están concatenados de una forma precisa como engranajes en un enorme reloj, y nosotros y nuestras acciones somos parte de un sistema que no alcanzamos a ver o entender porque somos demasiado pequeños para eso. No pretendo ni pretenderé entender el mundo, pues eso está mucho más allá de mi capacidad, pero mi curiosidad me lleva a tratar de entender las sincronicidades a mi alrededor, de la misma forma en que me intriga que un número se haya estado repitiendo de diversas formas desde que salí de la cama esta mañana. Una sensación de déjà vu que no termina de serlo. No estoy seguro de por qué estoy pensando en estas cosas hoy. Tal vez sea el clima, pues ha estado cálido pero nublado con lluvias intermitentes. Tal vez sea que algunas veces el café me pone algo filosófico. Tal vez sea que estoy en el lugar preciso y el momento exacto en que alguien debía pensar en estas cosas para mantener girando los engranajes del universo.

jueves, 12 de febrero de 2009

#30

Los últimos dos días he tenido algunos problemas con mis posteos, y al principio pensé que era culpa de Blogger, o del Live Writer que estoy usando ahora para escribir en los blogs, pero al final fue puro y simple error humano. Live Writer tiene una opción que permite diferir la fecha del posteo, es decir, permite escribir algo hoy y recién publicarlo mañana o dentro de un mes, lo cual es bastante útil cuando uno quiere publicar algo relacionado a una fecha específica y no quiere correr el riesgo de que se le olvide. Tal parece que metí la pata y puse la fecha de publicación de los últimos dos posteos para dentro de una semana. No estoy seguro de cómo sucedió, pero ahora estaré más atento para que no vuelva a suceder. Ahora que ya está corregido, me doy cuenta de que si ayer no hubiese posteado algo antes de ir a dormir (o tratar de dormir) a las dos de la mañana, no hubiese habido posteo porque me pasé todo el día fuera de casa y cuando volví estaba tan cansado que dormí casi diez horas.

Después de haber posteado ayer un ejemplo más o menos normal de la forma en que las ideas fluyen en mi mente, experimenté un extraño momento en blanco ayer por la tarde. Ella dice que fue porque estaba completamente tranquilo en ese momento, pero realmente me queda la duda de si era eso o si estaba demasiado cansado para pensar en algo. Prefiero quedarme con la idea de que fue un momento de tranquilidad.

miércoles, 11 de febrero de 2009

#29

Mi mente descansa poco en realidad. La mayor parte del tiempo estoy pensando en alguna cosa que haya pasado en el día, recordando algo, haciendo planes, creando historias, imaginando personajes y aventuras, modificando alguna historia que ya había escrito antes, o alguna otra cosa que de pronto pasó por mi mente. Muchas veces estas ideas empiezan a agolparse y terminan convertidas en una masa que no se parece en nada a ninguna de las ideas originales, y casi siempre terminan por ser descartadas, pero algunas veces se vuelven algo útil, o al menos no tan inútil.

La cosa va más o menos así: Pienso en los cinco pedales que realmente quiero para la guitarra (distorsión, eco, delay, wah, whammy), recuerdo imágenes del documental de Metallica, pienso en la cantidad de cables que tenían, me pregunto si en la tienda todavía tendrán esos cables vintage que me gustaron, cerca de la tienda hay varios restaurantes, aparecen un par de ideas para dibujos que incluyen rock y comida, más tarde voy a almorzar con ella, tengo que recogerla temprano, la última vez que la vi estaba con un polo de Mafalda porque le encanta, puedo regalarle algo de Mafalda, puedo aprovechar para comprar otros comics para mí, no he leído los webcomics de ayer, tendré que abrir otra pestaña en Firefox, quisiera tener dos monitores para abrir los comics a toda pantalla, podría comprar un adaptador para conectar el monitor de Bethany como secundario, el monitor de Bethany estuvo fallando el fin de semana… Y así es como pasé de efectos de guitarra al monitor de Bethany en alrededor de diez minutos.

martes, 10 de febrero de 2009

#28

Diez millones uno, ciento noventa y dos, uno a dieciséis, los números vienen uno tras otro en medio de las brumas cósmicas, breves sombras interactuando entre ellas, apareciendo y despareciendo caprichosamente bajo un sol que brilla gris en un cielo púrpura. Una voz llama a la distancia en un idioma que no alcanzo a entender, las palabras recorriendo el viento convertidas ahora en un susurro de fractales formando hipocampos infinitos enclaustrados en espirales conexas. Una delgada línea violácea murmura un sendero de gravilla oculto en un bosque de árboles cuyas copas se pierden entre las nubes cuánticas que se forman y luego se desvanecen en el cielo púrpura. Partículas subatómicas viajan por el sendero de gravilla violácea, formando una alegre comparsa silenciosa que deja rastros celestes en el aire. Un aro de humo brota de un cigarrillo recién encendido en el horizonte, y se alza hacia el cielo para convierte en una nube cuántica que ahora envuelve el susurro fractal de aquella frase pronunciada en un idioma que no es de esta realidad irreal y psicodélica. Una fila de números primos se filtra en mi nariz, lenta y ordenada como una columna de hormigas que avanza por el asfalto en busca de un caramelo olvidado. La familiaridad de la sensación trae algo más a la mente, algo que empieza a cubrir el cielo y a devorar las nubes cuánticas y los hipocampos fractales. Las partículas subatómicas detienen su marcha y dejan salir un suspiro, volviéndose uno con el resto del universo que se desvaneces lentamente. El olor del café llena mis fosas nasales. Despierto.

lunes, 9 de febrero de 2009

#27

Se siente bien escuchar Led Zeppelin en una tarde de verano. En realidad se siente bien escuchar Led Zep en cualquier momento, pero por alguna razón suena particularmente bien en esta tibia tarde de verano. Supongo que tiene algo que ver el hecho de estar bastante relajado con un vaso de gaseosa helada en la mano, y también el que pueda subir el volumen todo lo que me de la gana en el estudio. No me importa si los vecinos se quejan, después de todo yo tengo que soportar sus cumbias toda la mañana, y un par de horas de rock n' roll no les van a hacer daño. Quizás incluso lleguen a aprender algo.

Siempre he creído que el rock tiene el poder de abrir la mente de las personas, que el rock psicodélico ayuda a relajarse, que el progresivo permite ampliar la forma en que uno entiende el mundo, que el rock pesado y el metal transmiten fuerza y ayudan a ventilar tensión, y en fin, que cada variante cumple una función distinta. Es casi una cuestión espiritual basada en el rock. Obviamente, mi teoría siempre ha sido vista con desdén por aquellos que prefieren pensar que los rockeros (me resisto a escribir "roqueros" como pide la Real Academia) somos sólo un montón de tipos escandalosos con pelo raro que escuchamos cosas sin sentido. Y todo porque no seguimos ovejunamente lo que imponen los medios. Sin importar lo que piensen los demás, seguiré predicando rock n' roll para liberar la mente de las masas, infiltrando referencias rockeras a diestra y siniestra y mencionando bandas que deberían ser más conocidas.

domingo, 8 de febrero de 2009

#26

El tiempo pasa sin que me de cuenta y de pronto ya son más de las siete de la noche. El día se ha ido entre la visita de un amigo, poner en orden algunas cosas en el estudio y comprar un par de zapatillas que se convertirán en mis nuevas compañeras de caminata. Pronto pasarán los días también, y antes de darme cuenta seré ya un año más viejo y muchas cosas habrán quedado atrás en el tiempo mientras otras nuevas seguirán apareciendo en el futuro cada vez más cercano. Algunas veces me pregunto si el tiempo pasaría de la misma forma cuando estaba trabajando en un horario definido. Todo se veía distinto entonces. Sé que el tiempo siempre transcurre a la misma velocidad, pero me refiero a la velocidad relativa que tiene para cada uno. Nuestra magia inherente nos hace sentir de formas distintas el paso del tiempo. Podemos ver cómo una hora pasa como si se no se tratase más que de un par de segundos, y cómo un segundo se puede convertir en una hora. Instantes eternos, como dice la canción de Leusemia.

La noche es fresca, igual que las noches anteriores. Parece que el verano se apiada de nosotros después de las seis de la tarde. Escucho el rumor de la calle filtrándose por la ventana junto con un lejano olor a comida. Tal vez sea un buen momento para salir a dar una vuelta y ver qué hay de nuevo por los alrededores. Quizás las hadas se dejen ver esta vez.

sábado, 7 de febrero de 2009

#25

Camina hacia la repisa de los discos mientras deja que el ventilador la refresque y agite su cabello negro. La observo caminar y no deja de sorprenderme que no desaparezca como un espejismo producido por el calor de este verano infernal. Sus manos recorren la repisa desde la que una botella vacía de whisky contempla la sala. Un centenar de discos ordenados alfabéticamente un poco más abajo, al lado de un par de automóviles a escala. El ventilador agita su cabello una vez más y la obliga a ordenarlo con una mano mientras la otra escudriña los títulos de los discos. Estoy a su lado ahora. Voltea apenas para preguntarme mientras señala algo al lado de la botella vacía. Es una vieja caja de herramientas ahora convertida en almacén de miniaturas de un juego que dejé hace alrededor de un año, aunque pienso retomarlo en cuanto encuentre con quién jugarlo. Abro la caja para ella y sus manos se abalanzan sobre las pequeñas figuras de plástico que la observan entre la espuma de embalaje que evita que se maltraten al mover la caja. Sus dedos tratan las miniaturas con un cuidado que no había visto en años. El ventilador agita nuevamente su cabello y me trae su perfume. A través de la ventana le parece ver que alguien se moviera en la habitación del fondo. ¿Un fantasma o sólo la sombra de un ave que sobrevuela el tragaluz mientras busca comida? Aquí no hay fantasmas, salvo aquellos que uno trae a cuestas como parte de su pasado. Bienvenida a mi mundo.

viernes, 6 de febrero de 2009

#24

Otro día de verano con un calor infernal, y de alguna forma me estoy acostumbrando, lo que no significa que me guste. Al menos hoy estamos a un grado menos que ayer. El ventilador del estudio se ha vuelto uno de mis mejores amigos, aunque no conversa. Claro que si pudiera hablar, es posible que se quejase del calor y del hecho de estar funcionando casi diez horas diarias, así que es mejor que no pueda hablar.

Por si alguien se ha preguntado por qué no escribí nada ayer, la razón es bastante simple: cometí un error. En realidad cometí varios. El primero fue acostarme muy tarde, teniendo en cuenta que iba a pasar el día fuera de casa debía haberme acostado temprano para levantarme temprano y poder escribir algo antes de salir. El segundo error fue no haber llevado conmigo el USB drive en el que tengo una copia del Open Office Portable que puedo usar para postear casi desde cualquier lugar. El tercer error fue no haberle pedido a Fani que me preste su PC por quince minutos para poder escribir algo en Word y postearlo antes de medianoche. Así que en resumen fueron una serie de errores que consiguieron que finalmente rompa el ritmo y pierda un posteo. Como castigo autoimpuesto (y castigo para ustedes también por seguirme), ahora tengo que escribir un posteo de quinientas palabras. Si más adelante vuelvo a perder otro posteo, haré lo mismo, es decir, poner un posteo equivalente al posteo perdido más el posteo del día. Tengo que hacerlo si pretendo mantener un ritmo regular y acostumbrarme a escribir cada día.

Como mencioné anteriormente, lo bueno de estos ejercicios es que ahora las ideas fluyen más rápido cuando empiezo a escribir. Por momentos el calor me interrumpe porque se puede volver insoportable, pero el ventilador y el agua helada ayudan bastante con eso. Teniendo en cuenta el calor que está haciendo, me pregunto cómo será el invierno este año. ¿Caerá nieve este año? La verdad no creo que llegue a nevar, pero es posible que este año haga más frío que el anterior y haya más lluvias en invierno, lo cual me alegra porque me gusta la lluvia y abrigarme. Nada como una taza de café mientras veo llover sobre Huaral. Nada como caminar bajo la lluvia con las gotas de lluvia cayendo en mi rostro y sentir el olor de la tierra húmeda trayendo consigo recuerdos de tiempos lejanos y llenos de magia. La luna insinuándose detrás de las nubes en una noche púrpura. Las luces de la calle reflejadas en los charcos del piso, dibujando siluetas extrañas y misteriosas. Una ola de calor me trae de regreso a este verano infernal con temperaturas que ya bordean los treinta grados centígrados. El termómetro puede indicar veintiséis, pero la humedad hace que el aire se sienta como si fueran treinta grados. Hora de bajar a comer con la familia. Hora de encender el ventilador del comedor para que comer no sea una tortura.

miércoles, 4 de febrero de 2009

#23

Hay algunos días en que me pregunto qué objeto tiene seguir con esto de escribir doscientas cincuenta palabras cada día, o producir un dibujo diario (más bien un boceto), o practicar media hora con la guitarra todas las noches. Después de todo casi nadie lee las cosas que escribo en este blog, muy pocos han visto mis dibujos, y la guitarra es más bien un pasatiempo que quiero cultivar para cuando tenga unos sesenta años. Pero al menos estos y otros proyectos personales más me mantienen ocupado, porque de otra forma mis días no serían más que un continuo no hacer absolutamente nada, y eso terminaría por volverme loco.

He notado que ahora puedo escribir más rápido, y no en cuanto a la cantidad de palabras que puedo tipear por minuto (porque sigo siendo igual de promedio que antes), sino a la forma en que las ideas empiezan a fluir una tras otra una vez que empiezo a escribir, y ese era uno de los objetivos de este propósito/ejercicio. Por cierto, estoy produciendo mucho más que estos posteos diarios. He estado retocando algunas historias cortas, puliendo detalles que no terminaban de convencerme, y hace un par de semanas, entre la nostalgia de haber encontrado mis viejas notas de D&D, empecé a darle forma a varias historias y aventuras que habían quedado inconclusas durante años y que finalmente podrían convertirse en material para unas cuantas sesiones de rol. Mis dados ya extrañan la acción y mis libros quieren sacudirse de encima el paso del tiempo. Va siendo hora de volver a ponernos las armaduras.

martes, 3 de febrero de 2009

#22

El cine siempre ha sido una experiencia bastante particular para mí, pues nunca se trata sólo de ver una película, sino que implica toda una serie de cosas antes, durante y después. Para ir al cine en primer lugar hay que coordinar la salida, ya sea con un familiar o un amigo, aunque sea a última hora, siempre hay una cierta cantidad de planeamiento involucrado: decidir la película y el cine, calcular cuánto va a durar y buscar un horario adecuado. Después está el camino al cine, con las expectativas y algo de planeamiento adicional. Luego hay que comprar la entrada (posiblemente hacer una breve cola), comprar algo de comer o de tomar, canchita y gaseosa de preferencia pero pueden ser también chocolates, helados o incluso pizza. Después hay que buscar un buen lugar en la sala, no muy adelante porque es incómodo tener que estar moviendo la cabeza de un lado a otro para seguir la acción, y si es muy atrás te arriesgas a perder algunos detalles, así que es mejor estar en el centro, de preferencia cerca al centro geométrico de la sala, aunque muchas veces esos lugares estratégicos ya han sido tomados por quienes llegaron más temprano. Luego vienen los trailers, momento propicio para ir coordinando la salida para la siguiente película. Las luces se apagan y la función empieza. En ese momento las cosas son distintas para cada uno. Algunos prefieren ver la película en completo silencio, otros repiten los diálogos en voz baja, algunos comentan a voz en cuello, otros incluso toman notas. En lo personal, yo prefiero ver las pelis en silencio, comentando algunas escenas con quien haya ido conmigo. Después de la función viene el comentario, recordar escenas, pensar qué podría haber estado mejor o peor, todo alrededor de unas tazas de café o algo de comer, mientras vemos pasar a la gente que va a la siguiente función.

lunes, 2 de febrero de 2009

#21

Si las verduras viniesen en bolsas no habría que lavarlas tanto, aunque entonces tendríamos que pagar más por ellas, y entonces no habría diferencia entre comprarlas en un mercado tradicional y comprarlas en un supermercado. Y si las compráramos en el supermercado podríamos haber comprado de una vez la comida hecha en lugar de tener que lavar y cortar estas verduras. La tabla de picar es de madera y algo pesada, aunque no tanto como parece. Me pregunto qué habrá en la televisión a esta hora. Tal vez en algún programa de cocina estén preparando algo que incluya estas verduras, aunque de todas formas no podría verlo porque desde la cocina no se ve la televisión. Las verduras ya están, ahora a poner la tabla en su sitio. ¿Qué es eso de ahí? Por un momento esa hoja de albahaca me pareció un ratón. La tabla resbala de mis dedos antes de que pueda darme cuenta, y ahora todo se pone en cámara lenta mientras la veo precipitarse hacia el piso. Oh Dios, va a golpear las losetas del piso y va a hacer mucho ruido y… ese no es el piso. Oh Dios va a caer sobre esa tubería que quedó expuesta, tal vez no pase nada y ni siquiera haga ruido. Ahora sale agua de la tubería rota, supongo que la tabla era más pesada de lo que creí, pero al menos no hubo ruido. Ahí viene el ruido un segundo más tarde cuando todo regresa a su velocidad normal. Splish-splash en los los charcos de agua que ya se formaron a mi alrededor mientras trato de llegar a la llave general. Mal día.

domingo, 1 de febrero de 2009

#20

Acabo de darme cuenta que no había posteado nada en todo el día. Por alguna razón pensé que había escrito y publicado al mediodía, y dejé pasar el resto de la tarde dibujando, escuchando música, ordenando mi colección de juegos de rol y bajando más canciones para el Frets On Fire. Un día productivo en mi vida geek, salvo por el hecho de no haber posteado. Debe haber sido parte de La Conspiración Del Candado.

La Conspiración Del Candado es algo que un amigo y yo inventamos en medio de una resaca, y es la mejor explicación que tenemos para esos momentos en que simplemente no hay forma de encontrar las cosas que estuvieron ahí hace poco tiempo. Como cuando no encuentras la llave que estaba en el velador, para luego encontrarla debajo de la almohada. O las medias que desaparecen misteriosamente y nunca vuelven a ser vistas. O los lapiceros que nunca están a la mano. Ese día pasamos media hora buscando el candado que la noche anterior había estado en la mesa junto a mi encendedor, y que al final terminó estando debajo de una ruma de papeles que nadie había tocado en meses. Supongo que el candado a su vez forma parte de una conspiración más grande, junto con el jabón mutante que aterroriza los rincones de la casa de una amiga. Con el paso del tiempo, empezamos a culpar al candado de otros eventos fortuitos, como baterías descargadas muy pronto, café insípido, chicles en la suela del zapato y demás imponderables. Así que es posible que la confusión con el posteo de hoy haya sido culpa del candado.