Mi mente descansa poco en realidad. La mayor parte del tiempo estoy pensando en alguna cosa que haya pasado en el día, recordando algo, haciendo planes, creando historias, imaginando personajes y aventuras, modificando alguna historia que ya había escrito antes, o alguna otra cosa que de pronto pasó por mi mente. Muchas veces estas ideas empiezan a agolparse y terminan convertidas en una masa que no se parece en nada a ninguna de las ideas originales, y casi siempre terminan por ser descartadas, pero algunas veces se vuelven algo útil, o al menos no tan inútil.
La cosa va más o menos así: Pienso en los cinco pedales que realmente quiero para la guitarra (distorsión, eco, delay, wah, whammy), recuerdo imágenes del documental de Metallica, pienso en la cantidad de cables que tenían, me pregunto si en la tienda todavía tendrán esos cables vintage que me gustaron, cerca de la tienda hay varios restaurantes, aparecen un par de ideas para dibujos que incluyen rock y comida, más tarde voy a almorzar con ella, tengo que recogerla temprano, la última vez que la vi estaba con un polo de Mafalda porque le encanta, puedo regalarle algo de Mafalda, puedo aprovechar para comprar otros comics para mí, no he leído los webcomics de ayer, tendré que abrir otra pestaña en Firefox, quisiera tener dos monitores para abrir los comics a toda pantalla, podría comprar un adaptador para conectar el monitor de Bethany como secundario, el monitor de Bethany estuvo fallando el fin de semana… Y así es como pasé de efectos de guitarra al monitor de Bethany en alrededor de diez minutos.
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