sábado, 24 de enero de 2009

#12

No puedo creer que haya olvidado escribir más temprano. Tampoco puedo creer que haya olvidado cenar. Supongo que tiene algo que ver con el haber pasado buena parte del día sacando más cosas de las que me tengo que deshacer cuando saque la basura más tarde. No deja de sorprenderme la cantidad de cosas que había guardado a lo largo de estos años, y la cantidad de recuerdos que esas cosas me traen. Encontré incluso una nota que en algún momento significó mucho y que ahora es sólo un trozo de papel sucio y con una esquina doblada. Las cosas cambian con el tiempo, algunas veces radicalmente. Es parte del hecho de ser humanos supongo, nuestra naturaleza es cambiante, aunque creamos que siempre somos los mismos. Es parte de nuestra magia.

Hablando de magia, recuero que hace poco una amiga se asustó cuando le dije que me llamaban la atención la magia y el ocultismo y que había leído algunas cosas al respecto. Se asustó tanto que tuve que prometerle que nunca haría nada raro. No estoy acostumbrado a esa clase de reacciones, y supongo que se debe a que la mayoría de personas con las que ha surgido el tema también han estado interesadas en saber más al respecto, siempre con una mezcla de curiosidad y respeto por lo desconocido.

Acabo de pedir comida porque me da flojera preparar algo, y mientras espero sigo leyendo estas viejas notas en las orillas de los cuadernos y me pregunto qué tanto habrán cambiado los demás en los años que han pasado ya. ¿Habrán descubierto su propia magia?

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