Por segunda vez estoy retomando este experimento personal de escribir al menos doscientas cincuenta palabras cada día, sin ningún tema en particular. Espero que este tercer intento llegue hasta fin de año de forma más o menos estable.
La necesidad de crear no ha desaparecido ni ha disminuido, sólo se ha reorientado, aunque es un poco complicado determinar a dónde ha ido exactamente. He estado dibujando de forma intermitente, en papel y en la PC. También he estado escribiendo, aunque la mayor parte de las cosas que he escrito han terminado amontonadas en el disco duro, esperando el día en que finalmente decida poner algo de orden en esas carpetas llenas de archivos inconexos. Teniendo en cuenta que prácticamente vivo en un estado de vacaciones permanentes interrumpidas por breves periodos de trabajo, no tengo más excusa que atribuir la falta de productividad (o más bien, la dispersión de dicha productividad) a la siempre tentadora procrastinación.
Sea como sea, espero poder establecer una rutina estable de escritura esta vez, a diferencia de los intentos anteriores. Había pensando en tener un buffer también, más o menos de una semana para poder cubrirme a mí mismo en caso necesario, pero eso realmente atenta contra el propósito mismo de este proyecto personal. Tal vez sea una buena idea escribir un primer borrador en la mañana y luego limpiarlo un poco y publicar hacia el mediodía. Trataré de hacer eso por algunos días, si funciona lo mantendré, y si no funciona probaré algo más hasta encontrar algo que sí funcione.
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