Sentado en una banca de la terminal, esperando. Todavía me pregunto, algunas veces, acerca de esto y lo otro y no sé qué más. A veces, incluso acerca de algunas cosas que se quedaron en el aire hace docenas de lunas. Supongo que debo haber estado bastante verde o podría haber evitado mucho de lo que estaba por venir. ¿Será cierto eso? ¿Podría haberlo evitado? ¿Qué hubiese pasado de haberlo hecho? ¿Estaría aquí o en otro lugar ahora? En otros universos, estas preguntas tienen respuesta. En este, no. Y a fin de cuentas no importa mucho. Otros espacios. Otros universos.
Observo las figuras caminando a mi alrededor. No escucho los pasos pues los audífonos bloquean casi todo. Prefiero llenarme los oídos y aislarme de todos al menos por un rato. Un par de reflejos sobre las losetas me traen recuerdos de algo tan lejano que bien podría ser una vida pasada, o la sombra intemporal de algo que soñé. Otro piso de losetas blancas. Varios millones de kilómetros entre entonces y ahora. Ya no duele, pero pica, como solíamos decir en el vórtice del tiempo. Al borde del amanecer y lanzando ideas inconexas que se perdieron para volver un par de eternidades mas tarde, sin que nada mas importe. Garrapateo todo esto en el cuaderno antes de que se vuelva a perder.
Y la figura empieza a aparecer por la escalera mecánica. Hora de guardar los audífonos y el cuaderno e ir a almorzar antes de que se haga más tarde.
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